La psiquis urbana de un perro

En el barrio San Blas en Quito, un perro habita las calles. Todos lo han visto, dicen que está loco. Tal vez sólo un loco pueda vivir en las calles y tal vez si andamos con él, podamos adentrarnos en los espacios inconscientes de la ciudad, pretensión que los surrealistas también ansiaron en París pero, de lo que se sabe, a ninguno de ellos se les ocurrió seguir a un perro loco.